Lo desean a toda costa; quieren que Rajoy abandone, pero el desgaste hubiera sido menor si Rajoy se hubiera defendido antes, como lo hizo. Creían que era débil, el líder de PP y presidente del Gobierno, y la ilusión se les ha hecho agua. El discurso de comparecencia es una obra maestra de la Oratoria, muy bien construido, trabado y armado, y funciona como el mecanismo de un reloj suizo.
Rajoy no se amilana, y responde a aquello que le habían pedido. Rubalcaba carecía de discurso trabajado. Sólo acusaciones sin fundamento. Rubalcaba prefiere dejar a los terroristas sueltos y a los parados de Andalucía sin sueldo. Bárcenas es un mal aliado. Arma demasiado fácil. Rubalcaba se ha desinflado, y tiene rumia para rato. Rumia de su derrota en todos los frentes, por el propio Rajoy, que ha vuelto a ser Rajoyman.
Prefiero desconfiar de los Psoesinos, que se ponen del lado de Bildu, que los engaña, mucho Faisán, cuando saben que han cedido tanto ellos como el Gobierno actual, un poco. Mejor es no ceder, y que se olviden de las armas. ¿Acaso ignoran los terroristas que hay un grupo especial dispuesto a cazarlos? Y están afilando los colmillos.
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