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lunes, 3 de febrero de 2014

Hablando del Ente Supremo

Al final, tantas definiciones filosóficas, suelen ser una pérdida de tiempo, porque llegan a confundir. ¿Cómo se puede deducir la existencia de un Ente Supremo, que se ha creado a sí propio, que es tal, desde siempre, y que decide que no tiene ninguna relación con nosotros? ¿Estamos escribiendo sobre un ente fantasma, o se trata de un ente que no podemos alcanzar, el Ente?
Claro, es muy fácil, tratar de dar un sentido a todos los sistemas filosóficos que se han ideado para explicarlo. También, porque nunca, en estos casos, se ha llegado a un acuerdo. Siempre se hallan con el tira y afloja, hasta tal punto que las cuestiones no se responden del todo.
Si  a ese Ente que llamamos "Dios", se sabe tal, a lo mejor sabe, pero no lo sabe. Además, la razón de los orígenes son, desde luego, dudosos, y se tardarán milenios en definir si ese Ente-Dios lo sabe todo, o se trata de un fenómeno más que, es tan grande que no lo podemos definir, ni abarcar. De hecho, es un conocimiento que nos está casi vedado. No está a nuestra altura.
Por otra parte, es posible que ese Ente, trate de desentenderse de las potencias y sustancias que somos nosotros. Cuando, por ejemplo, a mí me duele la cabeza, no le duele al Ente Supremo, me duele a mí, porque se trata de un fenómeno físico, en el interior de mi organismo. De hecho, el Ente Supremo, le dolería la cabeza millones de veces, si no desconectara. Hasta aquí sí lo he comprendido. Pero no olvido que hay mucha especulación respecto a le existencia o no de este Ente Tipo.
Está claro que, al reproducirnos, por la Voluntad de este Ente, Él desconecta, porque ya cumple con su obligación, que es la multiplicación celular, hasta que el ser crece y se desarrolla, y puede decidir si ser creyente o ateo, o quedarse a medias, porque no está seguro de ninguna de las dos definiciones. O porque se dedica a buscar respuestas en los complicados sistemas filosóficos, que no hacen más que liarla parda, porque se trata, sí, repito, se trata, de marear la perdiz, en vez de otra cosa más interesante...
Pero, bueno, seguiremos investigando, y cada uno lo verá de manera distinta. Por ejemplo, un ave o un insecto o un animal doméstico o de compañía, sabe que no sabe que no sabe que hay un Ente. Creo que ni le importa, porque cumple otras funciones. Además, ¿alguien ha visto a un perro monje, o sacerdote o líder de una secta? No les incumbe, porque su inteligencia es limitada, debido a que, el único ente supremo y superior que conocen, es al ser humano, y eso les basta, aunque no comprenden muy bien cuando los maltratamos, o les hacemos perrerías, o nos alimentamos de ellos cuando los cuidamos, como productos de consumo. Pero siguen con nosotros.
Abriré el cuaderno en otro momento...

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