Desde luego, ese ente que llamamos Dios, es de una perfección tal, que no podemos imaginarlo de una manera intelectual, hasta tal punto, que dicha perfección es imposible de describir. Pero escribir sobre este ente, que es el Primer Motor, es decir, que nos ha producido, es como entrar en un campo de minas.
Ninguna teoría puede ajustarse a la realidad de un ente conocido como "Dios", y aquellos que se acercan, lo hacen por medio de la lectura de la Biblia o de los Evangelios, pero sólo capta pequeños átomos. En realidad, si nos tenemos que acercar a conocerlo por la fe, y no por el conocimiento científico o teológico, significa que falta algo, o que se nos ha escapado un dato importante de las manos.
Entonces, cabe preguntarse si este Dios, ha decidido ocultarse para estar a primera vista. Desde luego que puede hacerlo, pero es algo más grande que las definiciones filosóficas, e imposible de definir, porque no es sólo un ente, es el Ente, consciente de todo aquello que ha creado, y que nada queda al azar. Pero es imposible llegar a Dios por las matemáticas, por muy místicas que sean.
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