La relación entre Lobezno y Hulk nunca ha sido muy agradable. Hay hasta roces, y razones poco fundadas, y menos fundamentadas. En primer lugar, Lobezno es un agente canadiense; en segundo lugar, ni Hulk conocía a su futuro captor, ni Logan, aún sabiendo que se trataba de una misión suicida, aceptó el encargo. Por otroa parte, cabe la posibilidad de que la misión ocultase otras cosas. Por ejemplo, que Logan se olvidara de su pasado, y Hulk era el aperitivo (verde ensalada), del canadiense.
El enfrentamiento entre el Gigante Esmeralda o Coloso Esmeralda, ya viene desde antiguo. A Stan Lee se le ocurrió que era la mejor manera de presentar a Logan, en principio, como actor secundario, pero que cobraría importancia en el Universo Marvel más adelante. Tengamos en cuenta que Logan es, incluso, más joven que Hulk, que salió de color gris, su color original, y con su pinta de Frankenstein, que luego se coloreó de verde, por un error en los fotolitos de imprenta. Algún duende debía estar armando, ¿o se trataba de un Gremlin?
Y lo mejor de todo es que, tanto Lobezno como Hulk, no son del todo antagonistas. Son bastante parecidos. El tormento los consume en su interior. Al primero, porque no está seguro de su pasado, y el segundo, porque sabe que puede descontrolarse, y odia a muerte a Dr. Banner, que siempre intenta mantenerlo a raya. Excepto cuando ambos llegan a un acuerdo tácito (pero que se puede romper, sin previo contrato); de manera que Stan Lee tuvo una buena idea; pero no todos los lectores conocen las razones de la aparición de Lobezno. Se suponía que su aparición iba a ser una sola vez, para luego archivarlo; pero gustó a los lectores (y me alegro), y se convirtió en uno de los héroes más interesantes de la Casa de las Ideas. En cuanto Hulk... , bueno, ahí sigue.
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