No soy el más indicado para explicar esto. El cuerpo de la escritura no es el mismo de la imagen. Es más técnico, y necesita mucho trabajo y talento para que funcione. También se le llama "forma"; pero jamás he visto una forma tan poco compleja, como el fondo, que es el verdadero cuerpo.
Así y todo, cuando escribo un cuento, nunca sé si funcionará. De hecho, me lleva bastante tiempo y, después de corregirlo hasta la extenuación (me han aconsejado que tampoco lo haga hasta ese punto), he de dejarlo reposar. Y, aún así, después de mucha corrección, si he disfrutado de la escritura, siempre tengo la duda sobre si habrá salido o no.
Confieso que prefiero dudar a la hora de terminar un relato. Nunca estou seguro del todo hasta que no lo leo en el Taller (el Taller de ese momento) y, aún así, no me fío mucho de mi criterio, y escucho el criterio de los demás, puesto que ven o adivinan cosas que a mí se me escapan. Pero el cuerpo es el cuerpo, y su composición no es del todo misteriosa.
Misterioso es cuando no se sabe en que va acabar, o si será creado de partes inconexas. Ha de buscarse la coherencia, pero no tan coherente que pierda la gracia al leerlo. Eso sí, que cada uno escriba según su propio criterio.
Las pautas son opciones válidas, desde luego.
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