No basta escribir cualquier cosa; pero sí, saber como decirlas, o escribirlas. En muchas ocasiones me sucede que no se me ocurre nada. Incluso escribiendo una entrada cada día, sea en este o en otro blog. Nunca busco la inspiración, si no la idea, alguna idea que sirva de arranque. O procuro escribir ese día, aunque nada tenga.
De ahí la irregularidad de composición de algunas entradas, sean breves o largas. Muy cierto es que, para escribir, no basta con la idea. Funciona, más bien, aquello que se quiere comunicar. Pero un blog sirve para muchas cosas, e importan las líneas que se escriban. No mucho. Para cada blogger el material es el mismo, y la exposición, distinta.
Hoy, por ejemplo, no me encuentro muy brillante, y he aquí que lo privado ha saltado a lo público.
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