Llega el momento en que uno admite que ha perdido muchas cosas, en detrimento de otras. Una de ellas, que ha tenido que empezar desde cero, o que, aquello que se le daba bien en el pasado, se ha transformado en torpeza.
Esto me ha sucedido ayer, durante la Clase Presencial de Patricia Sánchez-Cutillas. Nos mandó escribir la tarea de un cuento sobre el olor y como se exponía, y no me salió. No me preocupó, pero decidí tomar nota de mis errores, y buscar ideas para mejorarlo. Tango unos cuantos días para reescribirlo, corregirlo y aumentar el interés del cuento, que se quedó a medias, y eso que, en media hora, pude escribir claramente en mi letra diminuta.
El cuento era sencillo, pero algo complejo. Uno no puede esperar escribir en 30 minutos, un cuento o relato que le llevaría un par de días. De todas maneras, lo escribiré, pasaré a Word el manuscrito, y lo afinaré en el mismo archivo. Pero resultará que el propio archivo carece de nombre. Ya le buscaré uno.
Por cierto, que es importante saber que la clase se lleva a cabo, y es presencial, desde www.escueladeescritores.com . Muy importante, si tenemos en cuenta que merece la pena ir, y porque, al tratarse de un curso intensivo, se recuperan conocimientos que se habían olvidado. Consultad la página y los cursos. Advierto que son de pago, pero merecen la pena.
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