Batacazo del Zejador

El Zejador herido de muerte. Su poder se ha extinguido definitivamente. Estaba cantado desde el principio; pero no quiere abandonar la Moncloa, después del mal que ha provocado a España. Ha perdido feudos rojos, en casi toda la Península, y su partido se ha desconchado, como la cal en una pared mal tirada, o como las pintura mal encostrada. Ya era hora. Pero el final, lo sabíamos todos. Le han traicionado los suyos, a los que era muy fácil engañar, después de la retahíla de despropósitos que hemos tenido que aguantar. Insultos de sus secuaces a sueldo entero, como Pepino Blangollum, que no ha dejado, durante toda la campaña, de desprestigiar a la Oposición, con sus artes de gallito-hobbit-pervertido de pelea.
Y es que las cosas no se hacen así. Por eso Sarah Tallin perdió las elecciones ante Obama; por eso, este primer rebateo lo han ganado los azules del PP. Y con creces; porque ellos no optaron por el juego sucio, sino por el juego político, y porque ya estamos harto, Zejador, de que nos tomes por lo que no somos: unos gárrulos como tú. Lo mejor es que te regreses a León a vender coches, que es lo tuyo; pero como no venderás ni la moto, serás el presidente del gobierno más odiado y olvidado. Contigo, la Historia, pasará igual con tus brillanteces en el papel higiénico, porque has estropeado lo que otros crearon con más sensatez. Te lo tienes merecido por mentir al pueblo, a la nación, y que la Merkel te vio el plumero.
Lo siento mucho, Zejador, pero el 22-M no ha sido tu día. Y ya no habrá otros, de manera que haz las maletas y abandona tu nido monclovita, que, en vez de águila, has nacido cuervo, que te volviste negro por no decir nunca la verdad. Y llévate tu patrioterismo de cartón, que bastante has pisoteado el nuestro. Pero, el tuyo, es de cartón, y del falso. Vuela, Zejador, vuela.