Derrotados

Es una lástima ver como las medias sonrisas se han transformado en un rictus de gravedad. Más les valía haberse quedado en un ictus de impotencia. Se creían ganadores, pero el pueblo ha hablado en las urnas. Ahora, en esa unión tan falsa, se despedazan entre ellos. Es el juego político entre iguales; pero de una batalla que nadie ha ganado, o que ellos mismos han perdido.
¿Podremos respirar tranquilos? No es posible, porque Monseñor Rubalcábala, con sus malas artes, continúa mintiendo y huyendo de lo que queremos oír: que su discurso está vacío, y que lo de los indignados, es un golpe de suerte, para hablar de otra cosa.
Pero el Faisán sigue en su mesa, los ERE continúan en su mesa, y la Policía Nacional se ha quedado en un cero a la izquierda. Pero, bueno, ya era un cero a la izquierda en el Gobierno Sosocialista, que no hace más que prohibir, rescindir derechos, eliminar cuestiones sociales, mientras una España dividida, que se ha unido en las urnas, ha podido gritar: ¡¡¡Se acabó!!!; mas la batalla aún no ha finalizado.
El combate no ha llegado al último round; queda el último knockout que dará PP Balboa, para restablecer, en 2012, un orden que nunca debería haberse destruido.