
Abandona, Zejador, porque cuanto más insistas más dura será la caída. Y no eres tan grande, cuando recortaste libertades, y te pusiste a prohibir como un demente desvariado. No. Tenías que crear maniobras de confusión; pero has jugado mal tus cartas, y tienes que pagar, de manera que, de ahora, en adelante, ya no intentes nada.
Las malas críticas las has buscado tú mismo. Eres el presidente más impopular, y cuando desaparezcas, podremos respirar. Echas la culpa a la crisis, cuando el único que trajo la crisis aquí, fuiste tú, intentando vendernos la moto, hasta que se te rompió el saco de los embustes. ¿Dónde están ahora las risas falsas? ¿O el negarte a hablar a los medios por tus irregularidades políticas? ¿Y Rubalcábala, dónde se ha metido, eludiendo la Ley, y dejando que la extrema izquierda se quede en Sol? ¿Qué Gobierno es este, Zejador?
Por cierto, ya no haces el numerito de la Zeja. Es señal de que tus poderes te abandonan. Por lo visto, el varapalo recibido te ha vuelto más humano, a ti, que te creías un dios. A lo mejor te lo sigues creyendo. Te has quedado solo, os habéis quedado solos, y lo merecéis. ¡Viva la Democracia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario