Ayer pude continuar la escritura de la serie Strike! Me sentía en forma, y sabía qué camino seguir, para lograr, en estas fechas finales, una serie de ventajas sobre los arcos argumentales, y Strike! está siendo testigo de un viaje que no esperaba, pero que ha de hacerlo. En principio, como ya escribí en las entradas de los meses anteriores, porque es una de las maneras de evolucionar. Por cierto, el enigma le persigue.
Misterios que ha de resolver sobre sus orígenes, y sus viajes a lo largo de mundos paralelos, o que el continuum espacio-tiempo le provoca algunos dolores de cabeza. Y si el lector piensa que, de una manera u otra, la aventura de esta odisea particular ha terminado, se equivoca de medio a medio. Después de todo, el viaje es necesario para que el héroe madure y cambie, o que haya aprendido lo suficiente. Tampoco estoy homenajeando a Samuel Beckett, con su Esperando a Godot que no llevó a sus personajes a un cambio drástico, sino que la acción no avanzaba, y se quedaban en el absurdo de que nada pasaba.
Strike! como ya he subrayado en muchas ocasiones, se encuentra en una bísqueda externa e interna, y nuevos retos ha de resolver, para llegar más preparado para su presente. Los viajes en el Tiempo son una excusa para ofrecer aventura y todo lo que pueda dar de sí, el arco argumental. Pero, cada día que me pongo a escribir la serie, en este blog, admito que me divierto.
Y eso me permite continuar practicando, y buscar la perfección.
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