Strike! se vio impulsado bruscamente hacia la Tierra. Se preguntaba si era la Tierra, su planeta de origen. La nave mundocircana se había consumido en el continuum del espaciotiempo, y Strike! se vio cayendo, a la velocidad de un bólido hacia la atmósfera terrestre. Intentó agarrar el maletín, con poco éxito, porque se le resbaló de las manos; pero, lo más sorprendente tuvo lugar durante el descenso.
El traje que llevaba empezó a modificarse. Ya no era ni rojo, ni metálico, ni gris. Se tornó negro, y el símbolo empezó a expandirse hacia los hombros y la cintura, ocupando el tronco, con la "S" característica. Además, le creció una capa blanca con el símbolo en negro. Y un antifaz en los ojos, blancos. Este no le molestó, pero se sentía incómodo.
-¡Frena, que me la voy a dar!-gritó.
Durante el descenso reconoció los edificios de las Corporaciones Wayne. Estaba en casa, desde luego, pero su manera de percibir el asunto cambió cuando vio a un tropel de superhéroes reunidos en uno de los edificios. El descenso brusco se suavizó, y tomo tierra con elegancia. Bueno, más que tierra, ático. Y ese edificio estaba, en el ático, distinguido con el símbolo "S!" con una exclamación en medio de la letra kryptoniana. Los héroes de la Tierra se postraron ante su avance. Strike! caminaba con elegancia, pero con un aplomo que no tenía antes. Y sospechaba que sucedía algo que se le escapaba.
Kiara se le acercó. Vestía un uniforme que dejaba poco que dejar a la imaginación. con un escote desde los redondos y firmes senos hasta el vientre. Strike! pensó que estaba casi desnuda, y no se equivocaba. Entonces, Kiara se acercó, lo besó en los labios, cálidamente, pero con un toque sexual muy pronunciado, y le tomó de las manos:
-¡Siervos, postráos ante vuestro señor, Soberano de Tierra-Krypton!
Los ojos de Strike! aumentaron de tamaño, en sentido figurado, porque sospechaba algo que no quería saber. Los héroes se pusieron doblando la pierna derecha y bajando la mirada.
Preguntó a Kiara:
-¿Estoy en casa?
-Siempre ha sido tu casa. Siempre ha sido tuya. Todo lo que se ve, es de tu propiedad.
-¿Y Batman? No lo veo.
-¿Aún sientes veneración por ese poscrito?
Strike! calló. Pero el David El que llevaba dentro le decía que esto, o era una pesadilla o un mal sueño, o quizás ambas cosas. Tendría que averiguar que había sucedido para dar paso a una dictadura, era posible, de terror. Y ese pensamiento le invadió la mente, como un martillo rompiendo una piedra de yeso. Su mundo, ¿era éste?
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