Porque sí

Seguirá en sus trece. Está obsesionado con llevar adelante su afán de independencia, en un "país", tal como Artur Mas reconoce, que es, Catalunya, así, con todas las letras. Le da igual todo. Piensa que, con tal de golpear a España, de la cual no para de quejarse de "el país catalán" ha dado más de lo que ha recibido, basta para declarar la independencia, nos guste o no. Pero, a mí, eso de dividir España, no me encanta, de manera que, ¿porqué tiene que encantarme, sino me encanta?

Todos estamos en el mismo barco. Bueno, unos más que otros. Los otros, los políticos, pasan su crucero de ocio en camerinos de lujo, mientras la clase media está a punto de abdicar. Y es que, un crucero de lujo, lo disfrutan muy pocos, y sobre todo, si son unos privilegiados.

Pero Mas sigue en su obsesión por amputar a Cataluña de España. Y ya no es comunidad autónoma para él, es "país". Desde luego, últimamente, o los políticos nos toman por idiotas, o creen que no captamos las absurdas sutilezas de su peculiar lenguaje. Por cierto, que hablan muy mal. Deberían dar clases de expresión escrita y oral, sobre todo oral, porque, durante años, no hacen otra cosas que convertir los sustantivos en verbos: "internacionalizar el conflicto"; palabras de terrorista, en boca de un nacionalista absurdo y cazurro como Mas. ¿Mas sabe lo que dice? Creo que no, ni se lo pregunta. Y es que los políticos como Mas, llegan al poder gracias a la corrupción y a lo estúpidos que son para algunas cosas. Como, por ejemplo, tratar de engañar al pueblo. Pero el pueblo, bueno, mejor no hablar, que todos tenemos uno, y está aquí, en España.

Artur Mas seguirá adelante con la independencia de Cataluña, y el Gobierno debería hacer algo. Una idea es aceptarlo, y luego, enviar tropas para detener a estos delincuentes políticos como Mas y sus secuaces, y enviarlos a galeras, a picar piedras, y a pasar unos años en la trena, para que esos humos de corruptos indeseables no lastimen una unidad que se está quebrando. Porque sí, vamos.