Cuadernos para guardar pensamientos

Todo escritor ha de tener dos cosas: un cuaderno o libreta, y un ordenador. Porque los pensamientos se atrapan, pero no es posible cazarlos a tiempo. El cuaderno se puede llevar a todas partes. El ordenador, si es portátil, también. Pero el cuaderno o la libreta, son compañeros inseparables.
¿Razón?
Muy sencilla. En el cuaderno o la libreta, después de una lectura, se pueden escribir ideas que, en ese momento, te asaltan. O, en otros casos, cuando un pensamiento te pide urgentemente que lo liberes. Es la magia del cuaderno y de la libreta.
En el ordenador, se pueden extender las mismas notas. Incluso es posible aumentarlas y otorgarles el precio del crecimiento, cuando han nacido en estado fetal. Basta con alimentarlas y completarlas, hasta que dan lugar, a un cuento, un poema, o alguna explicación tangible de la filosofía del propio autor.
¡Que sí, hombre (y mujer), que hay filosofía por todas partes! La verdad se encuentra en cada momento de nuestra vida. Eso es ineludible. Otra cosa es que no se encuentre; pero tener un cuaderno a mano, o una libreta (Recordad la entrada de la Libreta Mágica), entonces llega el momento de plasmar lo que nos dé la gana. Incluso dibujos o esquemas, o fotos, incluso en el cuaderno. Todo vale.
Y ya continuaré en otro momento, en esta Semana de los Cuadernos (y Libretas).